Cuando viajas y vas por pueblicus de la Extremadura profunda te das cuenta, por sí se te había olvidado, que todavía hay otra manera de vivir el día a día.Mientras yo recorría las esquinas con mi nuevo y tan ansiado iPhone en busca de wifis y 3G el entorno hacia de las suyas y solo me mostraba pequeños rincones, casitas antiguas, ancianitos a la sombra de la Parra y ancianitas a las puertas de sus casas vendiendo miel o picotas.
Y es que hay otra forma....pero se nos olvida.
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