domingo, 15 de septiembre de 2013

Hablar en público

Este fin de semana he asistido a un evento en el cual una "directora de entrenamiento" hablaba tranquila y garbosamente ante 5600 personas, sin vergüenza, sin miedo escénico, sin trabarse ni temblarle la voz.

Y nos surgía la cuestión esta del miedo escénico que traemos de la infancia como una losa que no hay quien quite a no ser que uno "entrene", se prepare, haga cursos o acuda a teatro a perder las inseguridades, los miedos ridículos.

Parece que desde pequeños aprendemos a temer el que dirán, en vez de reírnos de nosotros mismos un poquito más, que nos iría mejor.


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