Somos de pueblo, y se nos nota.
El otro día pasamos en coche por la Gran Via, camino del parque del Retiro, y mirábamos pasmados los edificios, comentábamos lo altos que eran, y Guillermo se planteaba si le gustaría vivir ahí.
Yo les decía que mi opinión es que somos muy afortunados porque en nuestra casa tenemos vistas al campo, a la sierra, a la naturaleza, y que mejor era dejar la ciudad y su Gran Via para hacer turismo, a lo Paco Martinez Soria, que era lo que parecíamos.
A los pocos días fuimos a comer a El Escorial, y desde allí arriba volvíamos a ver las vistas a Madrid, a lo lejos, con el verde de la sierra y el pantano de Valmayor de por medio, que lujazo.
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